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¿Cómo hacer tu propia ofrenda?

Foto del escritor: Mari SchroederMari Schroeder

La tradicional ofrenda de Día de Muertos tiene sus orígenes en los antiguos altares precolombinos, los cuales estaban dedicados a diferentes dioses y cuya temporalidad variaba según las fechas en que nuestros antepasados los festejaban.

De acuerdo con el calendario prehispánico, cada deidad patrocinaba un espacio de tiempo determinado. Las ofrendas pertenecientes a Mictlantecuchtli, señor de los muertos, coincidían con el mes de noviembre en el calendario gregoriano. Los españoles, en su misión por institucionalizar el cristianismo en tierras mesoamericanas, decidieron empatar ambas visiones, engendrando un sincretismo muy complejo que dio vida a algunas fiestas como las del Día de Muertos.

La concepción de los antiguos mexicanos sobre las almas que nunca se van del todo y que conviven con los vivos se emparejó con una concepción muy similar a la de los europeos, la cual heredaron de los egipcios y los chinos. Es por esta mezcla cultural que hoy no se puede imaginar una ofrenda sin una cruz, la foto del difunto y flores de cempasúchil.


La tradición señala que el altar comienza a montarse desde el 30 o 31 de octubre y permanece hasta el 2 o 3 de noviembre dependiendo la región de México (Aunque hoy en día, muchos personas prefieren ponerlo mucho antes). Se dice que el 31 de octubre llegan las almas de los niños y se van al mediodía del 1ro de noviembre, justo cuando llegan las de los adultos para disfrutar de los ofrecimientos levantados en su memoria y retirarse al siguiente día.


NIVELES

En muchos lugares de México se acostumbra levantar ofrendas de siete, tres o dos niveles, cada uno con un significado diferente. Se dice que estos dependen del número de ofrendas que se le han dedicado al occiso. Otras versiones afirman que cada nivel simboliza algo distinto; por ejemplo, el primero (en algunos casos un primer escalón y en otros el piso) lleva elementos referentes a la tierra como frutos o un petate, mientras que en el último se coloca el retrato del difunto para simbolizar el lugar donde se encuentra: el cielo; si hay un tercer nivel puede representar el purgatorio. Cuando son siete representan cada uno de los estadíos que recorre el alma para llegar al cielo. Los niveles se pueden realizar con cajas resistentes, mesas, tablas, entre otros materiales.


Además de los niveles que se pueden ocupar en la ofrenda te dejo la anatomía básica para que puedas crear tu propia ofrenda:

Pero sin importar lo que le pongas a tu ofrenda lo más importante es dedicársela a aquellos difuntos que tanto quieres.

 

¿Faltó algún otro elemento? ¿Qué le agregarías a tu ofrenda?

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